DOOM el retorno del rey del shoter







id Software no ha intentado seguir las tendencias del género, y como ya ocurrió con Wolfenstein: The New Order hace un par de años, han demostrado que los juegos de acción en primera persona han evolucionado, pero no necesariamente a mejor. Echar un vistazo al pasado y traer de vuelta las sensaciones de los shooter de los 90 puede ser una buena manera de crear un juego fresco hoy en día, en unos años en los que la exitosa fórmula de Call of Duty ha canibalizado el género, dejando poco espacio para otras alternativas.

Se nota que los que han hecho este juego aman y respetan los DOOM originales, unos títulos que marcaron un antes y un después en el mundo de los videojuegos, y este esperado regreso seguramente quienes más lo vayan a disfrutar sean esos jugadores veteranos, que crecieron en los 90 con aquellos juegos inolvidables. Están de vuelta las armas, los enemigos, los escenarios en Marte y el Infierno, contiene un montón de guiños y homenajes, y lo que es más importante, las sensaciones, ya que cuando te lías a escopetazos, se siente 100% DOOM.

Hay sensaciones en los videojuegos que son difíciles de explicar con palabras, y un ejemplo de ello es cuando usas una escopeta en un juego de id Software; lo bien que se siente su contundencia al disparar, el genial sonido que emite el arma y el enemigo al que acabas de reventar en cachitos. DOOM está lleno de esas sensaciones tan gratificantes, y hacía tiempo que no nos lo pasábamos tan bien simplemente disparando y masacrando enemigos a toda velocidad.


DOOM consigue un equilibrio que siempre es complicado, una mezcla de elementos clásicos y modernos con la que han corrido el riesgo de no complacer a los jugadores que buscan algo lo más parecido posible al título de 1993, ni a un jugador contemporáneo acostumbrado a otro ritmo y reglas en un juego de acción. En nuestro caso han dado en el clavo, y hemos disfrutado desde el primer disparo hasta el último porque la base jugable es genial, pero también hemos agradecido la sensación de progreso de la campaña. El conseguir nuevas armas, mejorarlas, la manera en la que dosifica la aparición de nuevos tipos de enemigos en cada fase, y que la exploración de los escenarios sea tan gratificante, obteniendo valiosas recompensas, o simples curiosidades.

El armamento es abundante y variado, todas las armas son útiles y necesarias, y al poder desbloquear dos disparos secundarios para cada una, tenemos un montón de posibilidades para enfrentarnos a los demonios. Hay una situación que se repite habitualmente en el juego, y es entrar en una sala más o menos grande, y tener que limpiarla de enemigos para continuar. Para salir airosos toca moverse con dinamismo, recoger todos los objetos de vida y escudo que encontremos por el escenario, y saber aprovechar el armamento, para hacer frente a la gran variedad de criaturas que intentan destrozarnos.

El sistema de ejecuciones es uno de los elementos que más han molestado a los puristas, y lo cierto es que nosotros también torcimos un poco el gesto cuando vimos la demo del E3 del año pasado. Pero finalmente nos ha gustado cómo lo han introducido, y no creemos que en ningún momento entorpezca el ritmo de la acción. Cuando un enemigo está aturdido, si nos acercamos y pulsamos el stick derecho lo ejecutamos, una animación que depende de nuestra posición respecto al enemigo, o del lugar del escenario, y que en las primeras horas son muy numerosas y espectaculares. Aunque también son útiles, ya que cuando acabamos con un demonio de esta manera nos suelta botiquines. ¿Y si no queremos usar las ejecuciones? Pues tampoco pasa nada, ya que cuando estamos bastante tocados de salud al derrotar enemigos a tiros estos también sueltan salud, así que no es imprescindible usar las ejecuciones.


La Campaña se puede superar en unas 8 o 10 horas, aunque depende mucho del nivel de dificultad elegido y de cuánto te dediques a explorar los escenarios buscando secretos, lo que puede aumentar bastante la duración. Nos parece una duración perfecta, ya que en el tramo final, cuando dejamos de obtener nuevas armas y dejan de aparecer nuevos tipos de enemigos, el juego acusa ciertos síntomas de agotamiento, y se le acaban las ideas, a la vez que empeora el diseño de escenarios. Pero acaba antes de que puede llegar a hacerse repetitivo o pesado, y nos lo hemos pasado genial de principio a fin, e incluso hemos revisitado los niveles para encontrar los escurridizos secretos.

Aunque hay elementos clásicos que se agradecen, como tener puntos de vida y escudo, que recuperamos recogiendo objetos por el escenario, o no tener un mapa en pantalla que nos marque la posición de los rivales, luego sí se han tomado ciertas concesiones de shooter moderno. Como clases predefinidas al empezar cada combate, con un par de armas, y quizás no hubiera estado de más un modo clásico, en el que fuéramos recogiendo las armas por el escenario.

Esta es posiblemente la parte más original del nuevo DOOM, y no porque un editor de niveles o escenarios sea una revolución en el género, pero sí por haber creado una herramienta tan accesible y fácil de utilizar, que nos permite crear nuestras propias fases. Antes de ponerse a crear nada lo mejor es hacer los tutoriales, y es aquí donde vas a descubrir todo el potencial que tiene esta herramienta, que puede abrumar un poco al principio.

os niveles se comporten a través de internet y se muestran bien ordenados, con listas de los más jugados o los mejor valorados, y con descripciones muy completas que nos sirven para hacernos una buena idea de lo que nos vamos a encontrar antes de jugarlos. Obtenemos puntos en estas fases, hay marcadores en línea, pueden tener desafíos secundarios como en la campaña, y las posibilidades son enormes. Todo sobre el papel suena muy bien, pero es curioso que los niveles que nos hemos encontrado, muchos de ellos creados por la propia id Software, no terminan de convencernos, nos parecen descafeinados en comparación con cualquier situación de la Campaña.


apartado gráfico tiene sus luces y sombras en consola, y si bien se agradecen los 1080p (con resolución dinámica, la nueva moda) y 60fps, algo necesario en un juego tan frenético como este, esto se cobra un precio más o menos alto, y las texturas dejan bastante que desear. Pero lo importante es que la tasa de imágenes por segundo se mantiene siempre muy estable, por más jaleo que se monte en pantalla, y consiguen que estemos ante un shooter de ritmo frenético, que se mueve a una velocidad endiablada, además con una gran respuesta de los controles.

odas sus partes no son igual de buenas, y la campaña nos ha gustado mucho más que el multijugador, pero éste es lo suficientemente entretenido y elaborado como para tenernos entretenidos durante una buena temporada, junto al original Snapmap, capaz de ofrecer diversión ilimitada gracias a los niveles que vaya creando la comunidad. Ha tardado en volver esta leyenda de los videojuegos, pero la espera ha merecido la pena, y estamos ante un juego de acción en primera persona francamente recomendable y divertido, y actualmente casi único en su especie.


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