RATCHET & CLANK SI CONOCES LA FRANQUICIA, TE ENCANTARÁ. SI NO...TAMBIÉN.
Desde un inicio, nos encontramos con varios detalles graciosos, como por ejemplo la escena introductoria en el que Qwark aparece en un estado de relajo con unos pepinillos en los ojos. Momentos absurdos, pero que radican en un factor importante y que hace que el juego sea para el gusto general: No hay distinciones de edades y cualquiera puede sentir agrado de una imagen así.
Tras esto, pasamos a una fase de aprendizaje en la que adaptamos las mecánicas del juego. Fácil, directo y a la aventura misma. Tras salir del encuentro en el taller de Ratchet, nos aprestamos a conocer los ambientes que harán sentir nostalgia a los conocedores de los juegos de la década pasada, pero también hará sorprendernos por la calidad gráfica. Por más que sea un remake o una versión “recauchada” de una franquicia conocida, el detalle y cuidado estético que hay en cada escenario es de un gran nivel y que se adecúa a la intención que hay detrás del juego (desde mi punto de vista): Ser una suerte de película animada como de los estudios reconocidos como Pixar.
Tras pasar el prólogo, comenzamos de lleno en una aventura en la que vamos uniendo varias bifurcaciones, hasta poder llegar al momento en el que los protagonistas se conocen y arrancan su historia. Desde aquí, contamos con, además de la historia principal, con la opción de ir descubriendo otros tesoros, como diamantes especiales, coleccionables como cartas, recolección de piezas para ir adquiriendo mejoras, y un sinfín de otros elementos. Es decir, no solo nos quedamos con la idea (en estos tiempos, un poco perdida) de solamente ir por lo lineal y avanzar lo más que podamos, ya que también hay detalles para profundizar el gameplay.
Además, otro elemento que profundiza en este sentido de no percibir la linealidad es la “obligación” o requisitos que en cada fase se nos pone para seguir avanzando por distintos sectores. Aquí es donde el juego toma elementos de otros clásicos plataformas como Castlevania o Metroid, para poder buscar la forma para poder conseguir algún lugar determinado.
Sí, más de alguno podrá justificar que esto nos permite ser más ingenioso a la hora de poder enfrentar a las hordas adversarias, pero es común terminar perdiendo vidas por estar constantemente expuestos ante ellos, a raíz de este factor.
De todas formas, hay que tener algo en consideración, y es que si bien puede parecer un problema en cuanto a dificultad, no es así. El título es bastante abordable tras conocer ciertos patrones de los enemigos y quedaremos en parte sorprendido que sin darnos cuenta ya habremos avanzado por bastantes fases.
Detalles preciosos, a tal punto de que varias veces nos quedaremos jugando con la cámara; muchos enemigos y armas con las cuales poder vencerlos; una narrativa divertida, liviana y jovial; una linealidad que no aburre al otorgar elementos de un “Metroidvania”; son elementos que hacen de esta producción un destacado de lo que va del año.
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