puzzle y shoter en un solo juego super hot
SUPERHOT es un shooter en primera persona donde el único objetivo es eliminar a los oponentes en un mapa determinado, con el poder de tus puños y armas de fuego. La premisa es muy simple, sin embargo, la particularidad del juego es que el tiempo fluye muy lentamente y acelera con cada movimiento tuyo. Lo anterior se presta para que SUPERHOT sea más un juego de acertijos que un shooter de reflejos, donde resuelves cada situación con un movimiento a la vez.
Así, es posible planear una estrategia, por ejemplo, eliminar a un oponente, tomar su arma y detenerte para analizar la situación. Lo siguiente es calcular la trayectoria de los proyectiles enemigos, su movimiento, posicionamiento y recursos disponibles a tu alcance —objetos arrojadizos como vasijas, estatuas, portafolios, etcétera— para ejecutar el siguiente movimiento y superar la situación.
SUPERHOT concentra todo su esfuerzo en ofrecer la esencia más pura de los videojuegos: gameplay. Los niveles son muy cortos, sin embargo, contienen toda la adrenalina de las piezas más emocionantes de una película de acción. Imagina el icónico pasillo de la película Oldboy (2003), basado en la historieta japonesa del mismo nombre, donde el protagonista arremete contra una legión de maleantes; ahora aumenta el número de fotogramas a miles y reprodúcelo para lograr una cámara lenta. La acción que resulta es SUPERHOT. Pero eso no es todo: puedes ver el juego como la versión destilada de Hotline Miami con una función de bullet-time infinito que se concentra en segundos de acción en primera persona.
La experiencia es satisfactoria en todos los niveles de dificultad. Cuando apenas eres un novato, las mecánicas básicas de movimiento y armamento son suficientes para terminar la campaña, pero debes saber que hay lugar para más. El bullet-time te motiva a ser osado, agresivo y experimentar con nuevos movimientos: desde quitar del camino balas del enemigo con objetos arrojadizos o interceptarlas con otro proyectil hasta partirlas a la mitad con un movimiento de la katana. El resultado es un juego fresco, innovador y bien hecho, sin pretensiones innecesarias.
Por otro lado, el mismo movimiento del personaje es una limitante, pues las únicas acciones disponibles son disparar, tomar objetos y arrojarlos y saltar, aunque más adelante en la historia se introduce una mecánica de posesión de cuerpo para intercambiar el punto de vista por el de un oponente y así sobrevivir un disparo que de otra forma sería fatal. SUPERHOT se beneficiaría con movimientos adicionales para conjugar el adictivo modo de juego con acciones similares a las que encuentras en títulos como Max Payne porque aumentaría la complejidad, sin embargo, también podrían perjudicar el ritmo del juego; creo que opciones más sencillas como simplemente agacharse para esquivar los proyectiles del enemigo serían una implementación bienvenida.
La historia de SUPERHOT comienza en una terminal de la vieja escuela dentro de un sistema operativo de línea de comando similar a DOS. Un día recibes un archivo ejecutable de un amigo que contiene SUPERHOT.exe, un juego sumamente adictivo e innovador, pero difícil de describir. Alimentado por la curiosidad, ejecutas el juego y lo que ves es una situación que debes resolver con violencia e inteligencia y el texto en pantalla destella órdenes y mensajes subliminales. Después de un par de niveles, la trama se desarrolla en forma de mensajes de texto parecidos a un chat dentro del sistema operativo.
El apartado narrativo es interesante y, hasta cierto punto, innovador, porque retrata la historia del juego mismo, donde lo único que obtienes al finalizar son más preguntas que respuestas. Sin embargo, también juguetea contigo porque la historia termina como inicia: con la propagación viral del juego.
La metahistoria de SUPERHOT se puede concluir en un par de horas, lo que podría ser desalentador para algunos, pero parte del atractivo está en las posibilidades de rejugabilidad, ya que al terminar la pequeña campaña puedes disfrutar el modo Endless, donde el objetivo es sobrevivir a oleadas infinitas de enemigos con algunas variaciones estéticas, como mutators. Además, hay retos para terminar la campaña con modificadores interesantes y modalidades de Speedrun; por ejemplo, jugar únicamente con katana o el modo 2013, donde se eliminan de un golpe a los enemigos sin armas melee ni objetos arrojadizos. Estos retos se desbloquean al concluir cierta cantidad de niveles dentro de un reto de forma secuencial, es decir, desbloqueas un nuevo modo participando en el que desbloqueaste anteriormente.
En cuanto a su aspecto, SUPERHOT es minimalista con oponentes de color rojo diseñados con pocos polígonos y sobre el escenario una paleta de color única, donde predominan el blanco y gris que hacen gala de efectos de postproceso y sombreado, lo que acentúa las texturas y profundidad del mapa.
Ahora bien, si la campaña de 2 horas te parece insuficiente, dentro del pequeño sistema operativo hay atracciones como un juego presentado en ASCII, que fácilmente puedes jugar durante miles de horas. Finalmente, es posible guardar una repetición de algún nivel o hazaña y subir el clip a la plataforma en línea Killstagram. Esta página recopila los intentos de la comunidad con el objetivo de reclutar a más jugadores dentro del SUPERHOT.
Al final del día, SUPERHOT cumplió con creces lo que prometió. Se trata de una amalgama de mecánicas de juego sencillas y desafiantes sumamente satisfactorias y bien implementadas, además de que su historia, consciente de sí misma, entona a la perfección con el inquietante modo de juego. Algunos encontrarán corta la campaña de juego, sin embargo, detrás de esa limitante se encuentra una plataforma de retos y uno de los FPS más frescos en fechas recientes.
fuente:
LevelUp
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